El púbico puede gritar en los estadios lo que quiera

Acabo de leer en «La Última» del periódico Récord, la opinión de Luis García con respecto a la participación de la afición en los últimos dos partidos de la selección mexicana sub-23; ya saben, los «Lavolpe! Lavolpe!» y abucheos hacia Hugo Sánchez en el estadio.


Yo fui al partido en el Nemesio Diez y sí abucheé cuando nombraron a Hugo, y lo hice con ganas. Vino después el nuevo grito de guerra contra el D.T. y yo me quedé callado y luego le dije a mi primo riéndome «bueno, no es para tanto». En efecto, no es para tanto. Lavolpe ya tuvo su momento en la selección y si regresara, sería el mismo cuento de antes con la afición y la selección (y con Hugo Sánchez!), así que no es la opción.

Pero la gente ese día tampoco creía que Ricardo Lavolpe fuera la opción, o sino por qué siguieron gritos de «Bora! Bora» o «Tolo, Tolo!» y hasta «Chava! Chava!», con carcajadas de todo el sector de la tribuna de donde provenían los gritos.

El público se estaba divirtiendo (además de que los principales incitadores estaban obviamente pasados de copas) y Hugo se molestó de que le reprocharan su trabajo al frente del Tri, pues a final de cuentas eso es lo que la gente ha estado haciendo.

Entonces, el público tiene derecho a gritar cosas contra el entrenador o abuchear a los juagdores? Pues sí, pueden gritar lo que quieran, porque las decenas de personas que acuden al estadio no tienen un lugar en ESPN, Fox Sports, Televisa, TV Azteca, TVC Deportes o Récord, Ovaciones, Estadio y todos esos medios tan conocidos, o incluso no tienen el privilegio que tengo yo de escribir lo que se me dé la gana en un blog y que cientos, miles o millones de personas escuchen su opinión.

No, entonces qué hacen? Pues gritan en el estadio, en donde saben que hay otro aficionado que tiene la misma opinión y va a responder al grito con uno más fuerte, y luego diez, y veinte, y cien y hasta mil más. Ésa es la opción que les queda para mostrar su enojo. Es el único lugar en donde Hugo Sánchez, los jugadores, la demás afición y los medios de comunicación van a escuchar la queja.

Porque sino, Hugo toma un avión y se va a Cancún, los jugadores se van a sus casas o con sus equipos, los demás aficionados se regresan a casa y los medios no les hacen caso a menos de que a la salida los atropelle un tren (lamentable, pero cierto).

Luis García también criticó en la misma nota a Hugo Sánchez por echarles la culpa a los periodistas, que influencían a la gente para que termine gritando cosas en su contra.

Hugo no está en lo correcto, pero tampoco está completamente equivocado. A qué voy? A que la gente que está viendo la televisión en Querétaro y se entera de que miles de aficionados abuchearon a Hugo y gritaron «Lavolpe, Lavolpe!» en Toluca, pues va a gritar lo mismo cuando el entrenador vaya a la Corregidora, siempre y cuando esté en desacuerdo con lo que está haciendo la selección. Es lógico. Y también es lógico que la afición ya sabe que capta la atención de los medios cuando hace este tipo de manifestaciones y las seguirá llevando a cabo por lo que ya mencioné líneas arriba.

Pero no es culpa de nadie, es simple y sencillamente el derecho de darse a escuchar que tenemos todos y es normal, es bueno. Hugo Sánchez y los jugadores tienen sus ruedas de prensa y hacen declaraciones a periódicos, televisión, radio e internet; los periodistas tenemos (digo «tenemos», por si el término «periodismo ciudadano» se entiende como una parte del periodismo, además de que soy estudiante de…sí… periodismo…) estos espacios para dar a conocer nuestra opinión, entonces por qué la gente común y corriente no puede usar un estadio para dar a conocer su punto de vista?

Yo puedo no estar de acuerdo con lo que declaran Hugo Sánchez, los jugadores y los periodistas, al igual que ellos pueden no opinar lo mismo que yo y así, pero igual abrimos nuestra bocota (o ponemos a funcionar nuestros dedos) para decir lo que pensamos. Entonces por qué Hugo Sánchez se molesta con la afición cuando hace lo mismo en un estadio? Está bien, no comparte la opinión de aquellos que lo reprocharon, pero que acepte las críticas, porque a final de cuentas eso le ayuda a ver qué tan apto está para el puesto, qué tan bien está con la afición y así saber que tiene que mejorar.

En conclusión, que la gente grite lo que quiera, pues Hugo, muchísimos periodistas y yo seguiremos diciendo barbaridad y media.

Saludos.

Un comentario en “El púbico puede gritar en los estadios lo que quiera

  1. Que grite lo que quiera… pero grita por hambre de ver gol, por frustración de ser testigo de un partido mas sin resultados a nivel de liga amateur con muros imaginarios y lagunas mentales de creatividad por parte de los jugadores y lo peor: mentalidad débil, que hasta un ecuatoriano le pasa por encima…
    No se puede decir mucho de la apatía atlética, si no se gana en Tijuana hay bronca y se pone en riesgo el olímpico…

    Footballer

    http://footballerworld.blogspot.com/

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